El 22 de septiembre de 2020, con motivo del primer centenario de la Legión, don Tomás García Madrid publicó un artículo en “El Correo de España” que resulta verdaderamente interesante, pues pone en valor los hechos de armas de la Legión en su primer siglo de vida. Desgraciadamente, no podemos compartirlo en nuestra página web porque en su título “acusa” a la Legión de apuntarse a la “mentira democrática”. La Legión es una gran unidad que no se auto dirige, sino que obedece al mandato recibido. Es un legado a conservar y no una conducta a reprobar.
Es una pena, porque en lo fundamental compartimos su mensaje. La ausencia clamorosa de cualquier referencia al general Francisco Franco en este primer aniversario de la Legión es absolutamente inaceptable. Su papel como jefe del bando nacional durante la Guerra Civil y su trayectoria como jefe del Estado durante casi cuarenta años será juzgado por la Historia y su veredicto final aún necesitará de mucho tiempo. Pero lo que no se puede ignorar es su papel anterior al inicio de la Guerra Civil en la fundación y juventud de la Legión.
El comandante don Francisco Franco Bahamonde fue cofundador de la Legión junto con el teniente coronel don José Millán-Astray y Terrados. Fue el primer comandante de la 1ª Bandera. Menos de un año después de su fundación, en julio de 1921, realizó la hazaña de completar una marcha de 100 kilómetros en auxilio de la ciudad sitiada de Melilla. En 1925, Francisco Franco participó junto con la Legión en el desembarco de Alhucemas, primera operación anfibia de la historia moderna. En 1927, Franco, al mando de cinco banderas, cubrió la operación de retirada de Chaouen.
Así pues, ignorar una figura como la de Franco en el primer centenario de la Legión es tan absurdo como no mencionar a Cristóbal Colón en el descubrimiento de América.
Como militares, el homenaje a los héroes que forjaron nuestras tradiciones y a todos los que entregaron su vida por España es un deber de gratitud y un motivo de estímulo, tal y como rezan las Reales Ordenanzas. Por ello, resulta obligado, al conmemorar el centenario de la Legión, recordar y valorar la trascendencia de la labor del Teniente Coronel Millán-Astray y del Comandante Francisco Franco, en su fundación y consolidación.
España debe superar sus traumas y reconocer la aportación que cada español tuvo en cada momento de la Historia de España. Omitir actuaciones meritorias, y a veces gloriosas, acogotados por la presión de una corriente ideológica temporal nos empequeñece como nación.