En mayo de 2021, TERVIES presentó una solicitud al Ministerio de Defensa para erradicar la práctica de asignar puestos de la organización militar a personal en la reserva. Las razones para ello pueden leerse en el posicionamiento que publicamos el 1 de mayo. La propuesta fue desestimada, como tantas otras.
Pero la situación de frustración para los oficiales y suboficiales en activo que ven truncadas sus perspectivas de ascenso, permanece. Como también permanecen los criterios subjetivos y muy discrecionales para la asignación de puestos a personal en la reserva. Ello nos ha llevado a reflexionar sobre la situación de reserva en sí misma y esta reflexión nos ha dado una nueva perspectiva: el problema de fondo es la propia situación de reserva, que es una rémora del pasado que nadie ha querido tocar, pero que no tiene justificación en nuestro tiempo.
En nuestra época, ante el aumento de la esperanza de vida, de la mejora de las condiciones laborales y, por qué no decirlo, de la necesidad imperiosa de pagar los gastos de una administración mastodóntica, los representantes políticos han acordado la extensión progresiva de la edad laboral.
En estas condiciones, la situación de reserva (forzosa) que existe en las Fuerzas Armadas, en la que el personal se va a su casa con 58 a 61 años, puede ser percibida por la sociedad como insolidaria, pues bien parece un trato de favor para unos elegidos que se van anticipadamente, mientras que el resto de ciudadanos continúa trabajando hasta los 67 años.
Pero es que, además, esta percepción es errónea, porque para muchos militares esta reserva forzosa constituye un problema, pues aún tienen hijos estudiando e hipoteca que pagar, y la pérdida económica es notable. Y, encima, es arbitraria, porque los militares entraron en la Administración del Estado por medio de una oposición, como el resto de funcionarios. Consecuentemente, no hay razón para echarlos antes que al resto.
Para abundamiento de errores, es contradictoria, pues se argumenta que es para rejuvenecer las Fuerzas Armadas, pero en caso de movilización general el personal en la reserva sería llamado a filas con lo que la edad media será la que corresponda al incluir este personal en el cómputo general.
Por último, unida a la práctica que venimos criticando de asignar puestos en las Fuerzas Armadas y en el Ministerio de Defensa a personal en la reserva, resulta frustrante para el resto de personal militar en situación de actividad, que percibe esta asignación de puestos como una práctica que limita sus posibilidades de promoción profesional.
En consecuencia, TERVIES ha solicitado al Ministerio de Defensa la eliminación de la situación de reserva por insolidaria, arbitraria, contradictoria y frustrante para el personal militar en activo. En su lugar, hemos solicitado que se establezcan cauces para el pase a la situación de retiro anticipado de forma voluntaria.